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La mayoría de casos de problemas mentales en niños y adolescentes son atendidos por psicólogos de los Departamentos de Consejería Estudiantil. Foto: Freepik.es

Por Cecilia Alvarado

Cuando ves o escuchas la paremia “Mente sana en cuerpo sano” te da la impresión de que debes conseguir un cuerpo escultural, que puedes mantener con ejercicios adecuados, una buena dieta y lo último en tendencias en alimentación y nutrición.

Paradójicamente y con esta creencia dejas de lado tu mente en la que se libran las más grandes batallas. Hasta que llega un momento en que te explota porque no has podido resolver algunos conflictos.

Por ejemplo, un virus que contagió a todo el mundo y se llevó a tus familiares primarios o a tus cuidadores. Esto te devastó.  Le cogiste miedo al futuro. Y perdiste el control haciendo lo que no debes. Para colmo te confinaron y las clases aún son irregulares.

Y es que el fallecimiento de uno de los padres esta entre las experiencias nefastas vinculadas con problemas de salud mental.

El NIDA, Instituto Nacional sobre el abuso de Drogas de EE. UU., y la Unicef, Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, corroboran esta inquietud con estas cifras: 1,7 millones de niños y adolescentes están atravesando por el fallecimiento de un familiar cercano.

En Ecuador, 75% de hogares afirmaron que sus niños y adolescentes presentaron dificultades emocionales durante la pandemia. Para el 2020, el suicidio ocupó la segunda causa de muerte en chicos entre los 10 y 19 años.

Por esta razón, los psicólogos Manuel Andrade y Romy Albuja explican cómo detectar los síntomas que se presentan en los niños y adolescentes que tienen dificultades emocionales y cuándo es el momento oportuno para visitar a un psicólogo o terapeuta.

Estado mental de niños que sufren por una pérdida

El psicólogo Manuel Andrade Paredes ayuda a niños y adolescentes con pérdidas..
Manuel Andrade Paredes

El psicólogo Manuel Andrade explica que existen estructuras cerebrales subcorticales, sobre todo en el sistema límbico, que determinan el desarrollo y las características de la personalidad.

Estas redes neurales en el sistema nervioso de todo individuo que se forman en edades tempranas dependen fundamentalmente de la interacción socioafectiva de su entorno.

En estos casos existe una alta probabilidad de sufrir, además de un trastorno depresivo recurrente, alteraciones en cuanto a su funcionalidad. También puede ocurrir déficit de atención, problemas de memoria en el aprendizaje, de regulación emocional y flexibilidad cognitiva.

Ante todo, son alteraciones conductuales y emocionales que podrían afectar severamente la vida afectiva, social y laboral de niños y adolescentes.

La sintomatología que debe tomarse en cuenta

La psicóloga Romy Albuja trabaja con niños y adolescentes con pérdidas.
Romy Albuja Arteaga

La psicóloga Romy Albuja Arteaga indica que existe una rama de manifestaciones físicas y emocionales que pueden darse en los niños y adolescentes cuando están pasando por situaciones que les provocan ansiedad, estrés y angustia.

La psicóloga elaboró esta lista en base de la experiencia en las consultas privadas que se ha tenido en los últimos casi 2 años de pandemia.

1. Los niños menores, adolescentes o preadolescentes tienen miedo. Se despiertan a medianoche, se niegan a dormir solos y pasan a la habitación de sus papás, o a la del custodio.

2. Presentan manifestaciones de dolor y argumentan negatividades por dolores físicos como estomacales, de cabeza, de piernas, indicando que se sienten mejor viendo televisión y no quieren salir.

3. Hay incontinencia urinaria, reacción de vómito por los alimentos aunque esté confirmado que no hay causal físico.

4. Arrancarse los cabellos, comerse las uñas hasta sangrar sus dedos, ingerir, masticar, rumiar y comer artículos o productos no comestibles, como pedacitos de madera, pedacitos de plásticos y permanecer en ese estado durante muchas horas en el día.

5. Desagrado por asearse, por vestirse, por arreglarse. Estas características se dan en todas las edades, tanto en los muy chiquitos como en los prepúber o en los adolescentes.

6. Deseos de solo permanecer acostado en la cama, sin salir de ella, viendo televisión o chateando.  Y no solo los pequeños, los adolescentes de todas las edades prefieren estar en cama.

7. Llanto ante la salida a realizar gestiones del adulto con el que vive, papá o mamá. Angustia ante la tardanza del adulto que haya salido. Angustia ante estas separaciones que por momentáneas que sean son manifestaciones psicológicas que se han detectado en la consulta particular.

8. Irritabilidad y agresión física contra los amiguitos o hermanitos con los que convive, con los que comparte. Expresiones verbales ofensivas, grotescas, hacia los adultos. Se pone alegre de acudir a las aulas de clases, pero manifiesta dolor, llanto, negatividad, en el momento de dar el paso.

9. Llanto o melancolía sin justificación ante imágenes, programas televisivos o escenas en la TV, lecturas. A tal extremo llegan estas características que dañan o rompen los artículos que usan para jugar, como los brazos de los muñecos, las piernas, la cabeza.

10. El dispositivo electrónico que manejan lo raspan y dañan casi sin darse cuenta, de forma inconsciente. En el mobiliario donde esta trabajando con el dispositivo hace movimientos repetitivos de piernas, con los dedos, y de la cabeza.

No reprimir, no censurar, no criticar

Ante cualquiera de estas manifestaciones, lo menos adecuado es la represión, la censura, la crítica. El paso adecuado es la conversación, el análisis.

La especialista insiste en que quienes pueden informar, fortalecer con el conocimiento, calmar con la información entregada y repetitiva, si fuese necesario, es el padre de familia o el adulto supervisor del menor.

“Es la mejor de las herramientas para que este pueda ayudar a enfrentar, a verbalizar, a fluir esa angustia interna en los menores a través de la palabra”, sostiene Romy Albuja.

“Que el padre o la madre sea un manejador adecuado positivo y no negativo, y un detector positivo y no negativo de esta sintomatología que se presenta ante lo que vive el menor”, agrega.

Y que el mismo adulto pase a identificar como sintomatología estas manifestaciones y no como actos desagradables de “mala educación”, afirma la terapeuta.

No manejar con palmaditas en la espalda

El psicólogo Manuel Andrade añade a la sintomatología de la psicóloga Albuja que no hace falta más que el sentido común para identificar un estado depresivo. Y que además de los cambios en el estado de ánimo, se presentan alteraciones del sueño, de la alimentación, irritabilidad, llanto frecuente, desmotivación, desesperanza y pérdida del interés.

Los chicos cuando tienen problemas emocionales consumen sustancias tóxicas y tienen ideas suicidas por un profundo dolor que los envuelve, que no es fácil de manejar con palmaditas en la espalda. Por ello, debe estar acompañado por un especialista, recalca el psicólogo Andrade.

Es importante conocer que el suicidio tiene varias etapas. Una de ellas es la ideación suicida, ocurre justo cuando se empieza a hablar de su posibilidad y es un signo de alarma que no debe dejarse pasar, ni tratarse a la ligera.

Situación fácil de manejar

En cambio, la psicóloga Albuja apuesta por los padres y los docentes. Asegura que la situación que están pasando los adolescentes y niños es manejable, siempre y cuando tengamos a los detectores que son los padres y los docentes.

“Los padres, en primer lugar, el familiar que está a cargo, los psicólogos que se encuentran en las áreas educativas, en los centros de salud, en las instituciones de salud mental. Todos ellos son los que tendrán que dar paso a las soluciones”, aseguró.

El primero de los pasos, que ya debió haberse iniciado, según Albuja, es la prevención, que a lo mejor debió empezar desde que comenzó la pandemia. Con los psicólogos de las áreas educativas y de salud realizando teleatenciones.

La mejor de las prevenciones es la detección

Albuja asegura que algo de eso se hizo y mucho de eso se debe continuar haciendo. La mejor de las prevenciones es la detección. Esta debe hacerse en el área educativa, ya que es en esa área donde se van a presentar los síntomas.

Los psicólogos de los DECE (Departamentos de Consejería Estudiantil) juegan un papel muy importante en la detección de la sintomatología que se presenta en niños y jóvenes.

Otro paso es orientar a los padres para ser colaboradores en esta detección, manifestarla y dar paso a realizar la catarsis, el desahogo, la confrontación, el enfrentamiento, la disolución, por ende, de esta sintomatología.

Solo los locos buscan al psicólogo

Manuel Andrade se lamenta porque nuestra cultura se basa en creencias y mitos. Creer que solo los “locos” buscan al psicólogo está muy alejado de la verdad.

“Toda persona que se preocupa por su salud debe hacerlo y al hablar de salud no solo se refiere a aspectos biológicos de esta. Alude a un completo estado de bienestar físico, mental y social, no solo a la ausencia de afecciones y enfermedades”, señala.

Recomienda hacer una prueba introspectiva breve de salud mental al reconocer si lo que pensamos, decimos, sentimos y hacemos está en correcta relación hacia nosotros mismos y hacia los demás. Si no hay coherencia en estos aspectos de nuestra personalidad, es necesario considerar la visita a un psicoterapeuta.

Sobre esta creencia, Romy Albuja en cambio dice que la cultura psicológica en nuestro medio se está desenvolviendo hace muchos años. Ha sido valorada y es reconocida especialmente por los menores en las instituciones educativas.

Los niños y adolescentes tienen el conocimiento y la familiaridad de frecuentar los DECE. Para ellos es muy común, adecuado y muy liberador el contacto con los psicólogos de estos departamentos.

Los centros de salud del Ministerio de Salud Pública y de la Junta de Beneficencia se acude cuando los jóvenes son derivados en caso de detectarse determinadas manifestaciones que necesitan ayuda más intensa y un plan programado y estructurado para superar la consecuencia con su causa y con su efecto.

Teleasistencia psicológica gratuita

Estas son las instituciones  en las que aún se está realizando  teleasistencia psicológica, una prestación de servicios psicológicos, psiquiátricos de contención, en la que se emplean tecnologías de la información, telecomunicación para asistencia digital.

Cruz Roja: https://bit.ly/3qOCdXt

Municipalidad de Guayaquil: 1800 112 112

Ministerio de Salud Pública: línea 171 opción 6

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