Realiza cambios más constructivos y saludables en tu vida. Abandona los pensamientos negativos. Lo puedes lograr siendo positivo.
Por Glenda Pinto Guevara
Los pensamientos negativos surgen de una percepción negativa o poco favorecedora, al respecto de una situación determinada o de un aspecto de la realidad. Esta percepción generalmente es más subjetiva y emocional que real y objetiva. Comprender cómo se forma esta percepción, nos ayuda a distinguir si son producto de una distorsión o disfunción y así poder corregirlas.
Entre las percepciones y emociones negativas más comunes y que se convierten en limitaciones tenemos
- MIEDO Y ANSIEDADES DE DESEMPEÑO: El miedo es una emoción básica que tiene el fin de protegernos de algo. Por lo que es importante comprenderlo para que no se convierta en una limitación. Cuando tratamos de anular esta emoción o de no sentirla, solemos desarrollar pensamientos intrusivos (recurrentes que causan malestar) sobre incapacidades, temores, angustias, obsesiones sin sentido y conductas exageradas, sobre diferentes situaciones. Todo lo cual limita nuestra conducta para poder enfrentarnos y protegernos de aquello que en realidad nos amenaza. Ejemplos de ello son:
“No voy a poder con esto, es más de lo que podría lograr, no estoy listo/a”.
“Las otras personas son mejores que yo”.
“Será mejor que otro lo haga; yo podría arruinarlo todo, etc”.
El exceso de miedo, nos puede llevar a pensamientos muy limitantes, que incluso se pueden convertir en síntomas mucho más desagradables como aquellas que se evidencian en un ataque de pánico. Además, son la base de conductas egocéntricas o narcisistas, rígidas, de poca solidaridad y colaboración.
- DOLOR, PÉRDIDA DEL SENTIDO DE VIDA Y RENUNCIA: Estos sentimientos y pensamientos aparecen con naturalidad y más cuando se atraviesan por momentos difíciles como los actuales, con muchas pérdidas de vida humanas y personas que se enferman de gravedad. Estas emociones han provocado muchos estados depresivos con pensamientos derrotistas. Ejemplos:
“Nada que hagamos será suficiente para salvarnos de esta Pandemia, todos nos vamos a contagiar y vamos a morir” o “Ya nada tiene sentido en mi vida, me dejaré morir”.
Si bien es cierto, la situación es muy difícil y estamos muy golpeados por las circunstancias. Por otra parte, cuando pensamos de manera negativa en “Renunciar” a la vida y a sus manifestaciones, automáticamente nos negamos a nosotros mismos la posibilidad de reaccionar frente a la situación. La actitud de renuncia cierra la puerta a la posibilidad de reaccionar. Estamos bajando los brazos, delegando cualquier acción o responsabilidad sobre la situación a los otros y dejándonos llevar por las circunstancias.
- RABIA Y TEMORES PARANOICOS: Sentirnos molestos o irritados por situaciones poco favorecedoras que nos afectan y que hacen muy difícil soportar la situación actual, es apenas normal. La rabia es la manifestación de nuestro dolor de impotencia, por no poder controlar lo que nos sucede.
Debemos dejar salir esos pensamientos de rabia, como si se tratase del vapor de una olla de presión. Sirve para sentirnos más aliviados, en lugar de acumularlos dentro, provocándonos otro tipo de trastornos. De esa manera, podremos pensar más fácilmente en las posibles soluciones (Se recomienda en algunos casos, buscar la asesoría de un especialista).
En esta misma línea, otros pensamientos que podrían ser muy perjudiciales, son aquellos con una lógica paranoide, como por ejemplo: el pensar que ciertas personas o situaciones están dirigidas o han sido creadas con el fin de perjudicarlo. Y por tanto, el daño proviene de influencias externas a la persona misma (Sistemas de Gobierno, Económicos o de Salud, como también de determinadas personas, que pudiesen estar en su contra).
Este tipo de pensamientos con lógica paranoide pone el control de la situación fuera de la persona. Limita sus posibilidades de poder enfrentarlo y gestionarlo. La persona se autoinvalida, volviéndose dependiente de la voluntad de otras personas y/o situaciones. Se siente incapaz de cambiar las reglas del juego, ni salir de la situación negativa que la está afectando. (Se establece una relación destructiva de codependencia afectiva).
Resumiendo. Para aprender a pensar como alguien exitoso primero debo comprender la naturaleza de estas emociones y lo que desean comunicarnos. Para así deshacernos de los pensamientos basura, que aluden a limitaciones, incapacidades, dificultades para hacer cambios. Y así, desde esa percepción más positiva, realizar cambios más constructivos y saludables, que nos permitan gestionar las situaciones y no resignarnos a padecerlas.
La Dra. Glenda Pinto Guevara es una ecuatoriana especialista en psicología clínica, posee un máster en TBE (Terapia Breve Estratégica). También está acreditada como Terapeuta Cognitivo (T. Individual, Parejas, Familia, Adolescentes, Adicciones).
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