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En la época navideña se revive la necesidad de volver a nacer. Es la oportunidad para reflexionar. Empieza por perdonarte, es la única manera de poder disculpar a los demás.

 Por Sheyla Mosquera

¿Qué significa Navidad para ti? El nacimiento de Jesús, hijo de Dios; unión familiar; dar o recibir regalos; cenar en Nochebuena con alguien que amas; perdonarte. O alegría, tristeza, soledad, desesperanza, estrés o ansiedad.

Todos tenemos conceptos diferentes. Pero cualquiera que sea el tuyo no debe estar sobre el verdadero propósito. Navidad es una festividad religiosa. Nos recuerda que Dios envió a su hijo, el Salvador, para enseñarnos a vivir como personas buenas.

La pandemia de la Covid-19, mediante el confinamiento, hizo que muchas familias retomaran el concepto de unión familiar. Incluso que el verdadero significado de la Navidad, que se había degradado por el consumismo, se reviva.

Maravilloso, ¿verdad? Pero si la unión familiar no llegó aún a tu hogar porque los problemas pesan más. Aún tienes la posibilidad de liberarte de ellos. ¿Cómo? Dándote en esta Navidad el mejor regalo espiritual: perdonarte a ti mismo, para que puedas disculpar a los demás.  Así podrás renacer, vivir en paz, en armonía, en equilibrio y con salud.

Familia cenando en navidad

Según la psicóloga clínica Silvia Cordero Encalada, renacer significa volver a nacer. En consecuencia, cuando una persona se perdona a sí mismo, vuelve a “revivir” a “resurgir”. El ser humano aprende a manejar el remordimiento, que se puede volver un “sufrimiento”, enfermando el cuerpo y la mente.

“Para perdonarse, es necesario autoconocerse, sincerarse consigo mismo. Hacerse un examen de consciencia y ser capaz de trabajar en reparar los errores que se puedan corregir”.

Es importante también reflexionar sobre las acciones, vergonzosas o dañinas realizadas a terceros. Incluso es necesario revisar sentimientos de culpa que no tienen que ver con lastimar a otros, sino por otras razones.  

Muchas veces, agrega Cordero, nos enfrascamos en lo físico y no prestamos atención a los sentimientos y a los pensamientos de “culpa”, que pueden ser un factor que atenta contra la salud integral. Por lo tanto, la reconciliación consigo mismo es parte de la salud, demostrado en investigaciones referente al tema.  

El perdonarte, dice la psicóloga, tiene sus etapas. Dependen de la personalidad y de ciertos procesos mentales, como la percepción, las emociones, los pensamientos y la motivación.

Además, es una “decisión”, que permite crecer y madurar a las personas, desde el compromiso y la responsabilidad de trabajar, con el fin de ser mejores cada día.

Navidad es el nacimiento de un nuevo espíritu

Hombre parado viendo a través de una ventana. Foto: Alex Urezko - Pexels

Para el psicólogo clínico Jorge Luis Escobar, el fin metafórico de la Navidad es el inicio de un nuevo espíritu en nosotros. Es mirar hacia nuestro niño interior y de luz, que no revisamos a diario. Es amarnos para poder amar o cuidar a los demás.

“La mayoría de las personas no reflexiona sobre cómo va el crecimiento de su vida espiritual. Más se ocupa en saber cuánto dinero necesita para la reunión social, la cena, los regalos, la ropa o los perfumes”.

En época navideña, refiere, mucha gente se siente culpable hasta por ser feliz. Por no procurar un regalo a sus seres amados. O porque hay en el mundo personas que se están muriendo de hambre, en este momento. Es ilógico, pero real. Significa que: “No puedes ser feliz, si otros no lo son”.

El sentirnos culpables por ser dichosos, refiere el psicólogo, es el mayor de los pecados creados para mantenernos en una rueda permanente de sufrimiento.

Además, sentir culpa es algo horroroso. Es una forma de hacer que la gente se autodestruya. Por siglos, usada como estrategia, no ha desarrollado una mejor sociedad.

“Más bien, lo que resulta positivo es establecer los niveles de responsabilidad del mal que se hizo y el para qué”, asegura Escobar.

¿Cuáles son los motivos de culpa que impiden perdonarte?

Mujer pensativa con luces de colores.

¡Uy! Existen muchos motivos. En realidad nos culpamos por casi todo. Desde no cuidar nuestra salud física, mental y espiritual, hasta el no estar con alguien que nos necesitaba.

La culpa también aparece cuando maltratamos o abandonamos a nuestros padres ancianos, por falta de amor y de paciencia. Cuando tuvimos a un familiar enfermo de covic-19 al que contagiamos y murió en soledad. O cuando le pedimos a Dios que se llevara a un enfermo con cáncer que sufría demasiado.

Incluso nos sentimos culpables por no haber sabido criar a los hijos, los que se convirtieron en seres irrespetuosos y en delincuentes. O por aceptar que nuestra pareja nos contagiara con alguna enfermedad de transmisión sexual, por miedo a que nos abandone, entre otras.

La culpa y el temor no conduce a nada beneficioso, asegura Escobar. Desde la dinámica social que él ha observado hacía tiempo, la gente tiene miedo a ser feliz e incluso a amarse a sí mismo, para poder amar a los demás. “En realidad no somos felices, no porque no podamos, sino por temor a serlo”.

“El sentirnos culpables inunda al mundo de culpas y ayudamos a los demás a que se sientan igual. Pero no encontramos la forma de asumir la responsabilidad, por las acciones y las consecuencias que tiene nuestra propia vida”.  

Si te sientes culpable por creer que algo hiciste mal, en lo personal, laboral o con tus seres queridos, debes liberarte de este sentimiento. Enfrentar la realidad para perdonarte. Es la única manera de perder el miedo y no seguir lastimándote.

 

Figura de un ángel sentado con las manos tocándose el mentón.

Cuando las personas son heridas, quieren agredir o lesionar a otras. Lo hacen para que sientan lo mismo. Sin embargo, este comportamiento no permite construir sociedades basadas en amor y la responsabilidad, sino en el miedo y el sufrimiento permanente y constante.

Silvia Cordero refiere que una persona que vive “culpándose” puede sentirse frustrada, irritable y fatigada. Producto de algún error que cometió o por algo que debía hacer y no lo hizo. Lo que podría cambiar su carácter y afectar su salud física, mental y social.

También puede presentar depresión, angustia y ansiedad. O comportamientos compulsivos, autocastigos, hipertensión, entre otras. 

Con el perdón, no hay olvido

El beneficio del perdón, expresa el psicólogo, es inmenso porque significa soltar el daño provocado. Puede ser una acción inadecuada, incómoda, dolorosa o dañina. Y por la habilidad neurofisiológica que tenemos podemos aprender de los errores y enmendarlos.

No obstante, con el perdón no hay olvido porque el cerebro recuerda el evento anterior, asegura Escobar. “A la persona ofendida o agredida hay que pedirle solo disculpas. El perdón te lo asignas a ti mismo”.

Para Cordero, cuando una persona se perdona varios aspectos de su vida mejoran. Por ejemplo, su autoestima, su actitud frente a sí mismo y hacia los demás. De esta manera conserva su salud emocional y mental, y refuerza su integralidad como ser humano.

“Las personas se vuelven esclavas de lo que piensan y sienten. Sin embargo, si se reconcilian consigo y modifican sus pensamientos, cambian sus vidas”.

El significado que le damos a nuestros pensamientos, dice, tiene un efecto poderoso en la vida de los seres humanos. Incluso posee una respuesta neurofisiológica. Se la entiende como una cura propiciada por el trabajo psíquico y físico entorno a la conexión entre cuerpo-mente.

Perdonarte crea una versión mejorada de ti mismo

Mujer mira hacia sus manos extendidas sujetando unas luces blancas navideñas.

Si logras perdonarte, dice el psicólogo Jorge Luis Escobar, serás una versión mejorada de tí mismo. Por eso no debes permitir que las conductas aprehendidas del pasado o el sistema de creencias heredadas o esos patrones negativos, se repitan en ti. Puedes cuestionarlas, desde el amor, y conocer que no estás obligado a repetirlas.

“Perdonar es un aspecto complicado de hacer y muy doloroso. Sobre todo cuando se vive ante situaciones como las relaciones tóxicas familiares. No es sencillo, pero vale la pena el esfuerzo”..

El despertar a la conciencia implica que te haces responsable de lo que sientes y piensas. También de lo que dices y haces. Así dejas de estar culpando a los demás de cómo te sientes.

Las consecuencias de la disciplina impositiva y con amor, genera el éxito que muchos valoran. No se mide en dinero, sino en la paz y en la calma de cada persona.

Hay gente que no tiene recursos económicos, pero vive una paz impresionante, envidiada por los que poseen mucho dinero.

Por eso, recalca Escobar, “el éxito no es medible en función de recursos, si hablamos de la prosperidad espiritual”.

Formas lúdicas para perdonarte

Joven le habla al espejo. Foto: Luciano Vox en Flickr

El psicólogo Jorge Luis Escobar sugiere:

 

Jorge Luis Escobar dice que en Navidad debemos perdonarnos para renacer.
Jorge Luis Escobar

1- Crear un inventario en un espejo.

2 – En la mitad del espejo dibujar una línea divisoria.

3 – En la izquierda anotar los aspectos que debes mejorar y en la derecha lo positivo. La misma cantidad de propósitos en ambos lados del espejo.

4 – También puedes hablar frente al espejo, mirarte y perdonarte. La idea es recuperar tu estado consciente, sin culpa, porque eres responsable.

6 – Es recomendable incluso escribir una carta sobre el porqué quieres disculparte. O hacer un video con tus propósitos y escucharlos.

7- Si no puedes perdonarte, busca a alguien que te ayude. Por ejemplo: un sacerdote, un pastor, un familiar sabio o un terapeuta.

Instagram: @ginobudista

¿Qué refleja una persona que se perdona a sí mismo?

La psicóloga Silvia Cordero Encalada habla sobre Navidad y cómo perdonarnos para renacer.
Silvia Cordero Encalada

La psicóloga Silvia Cordero, dice:

1- Equilibrio emocional a pesar de las dificultades.

2- Libertad de pensamientos y sentimientos de remordimiento y culpa. 

3- Confianza de su propio comportamiento.

4- Una mejor autoestima.

5- Dos de los mayores dones de un ser humano: “amar y servir a los demás”.

6- Felicidad y paz interna.

Además, ayuda a:

1- Mejorar las relaciones personales, laborales y sociales.  

2- Ser ejemplo de enmendar. 

3- Desarrollar a otros.

Para vivir de manera responsable y ser más feliz

La psicóloga recomienda:

1- Cuestionarse para sanar.

2- Proyectarse como quiere seguir viviendo.

3- Revitalizarse cada mañana agradeciendo por todo lo bueno que tiene y es capaz de hacer o reparar para sí mismo y para los demás.

4- Ser empático consigo mismo.

5- Buscar el equilibrio entre lo físico, mental y espiritual, con ejercicios, una buena alimentación, lectura sana y fortalecimiento de su credo.

6- Evitar autocondenarse, no es fácil perdonarse, pero es necesario.

7- Y recordar que un corazón que se perdona es más “alegre” y “saludable”.

 silviacorderoe@hotmail.com

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