La Navidad es un buen momento para que las personas recién divorciadas empiecen a reconstruir sus vidas con libertad. A creer en sí mismas, a salir adelante y, sobre todo, a tener fe en Dios.
Por Sheyla Mosquera
Navidad en libertad es una frase muy interesante. En el contexto de una mala relación conyugal. Significa que te liberaste del vínculo que tenías con tu pareja al divorciarte. Pues decidiste no sufrir más de baja autoestima y no seguir padeciendo las constantes crisis matrimoniales.
Ahora, eres libre. Y es tiempo de que empieces una nueva vida y construyas un futuro mejor. No es fácil, pero con determinación y coraje, puedes obtener esa paz y felicidad que tanto anhelas.
Solo tú sabes lo que viviste con tu expareja. Quizás al principio de la relación todo era maravilloso. Pero esa ilusión se acabó.
Los expertos del comportamiento humano dicen que, si los cónyuges buscan ayuda profesional a tiempo, cuando tienen problemas serios y se aman, todo se arregla y muchos divorcios se evitarían.
Pero si a algún cónyuge ya no le interesa arreglar la relación marital, el haberse divorciado es lo mejor que le pudo pasar. Tal es el caso de una abogada guayaquileña, que vivirá este 2023, su primera Navidad y Año Nuevo 2024, estando divorciada de mutuo acuerdo.
Asegura estar feliz y preparándose para festejar el nacimiento de Jesucristo, el hijo de Dios. Una gran fiesta espiritual, verdadera y amorosa.
Durante los 15 años que estuvo casada, nunca pudo celebrar una Navidad con alegría. Su expareja detestaba los 25 de diciembre. Era un verdadero Grinch.
Ella se sentía prisionera en una relación que no iba para ningún lado. Su unión conyugal, dice, era una gran mentira, pues vivían un divorcio constante: no había respeto, ni admiración, ni ilusión, ni atracción, tampoco apoyo.
Incluso existían otros motivos para deshacer el vínculo conyugal. ¨Me sentía sometida, maltratada, dominada, y no me dejaba ejercer mi carrera. Hasta que un día reflexioné acerca de mi vida, me armé de valor y con firmeza le dije a mi esposo que quería el divorcio porque era infeliz¨.
Y lo logró. En la actualidad, la abogada está retomando su profesión, con ayuda de un amigo colega. Además, acude a terapia psicológica dos veces al mes porque tiene que sanar su alma, va a reuniones sociales, se siente feliz y segura de sí misma.
¿Se puede ser feliz y vivir en libertad después de un divorcio reciente?
Según la psicóloga clínica Mónica del Pilar Llanos Encalada, la felicidad de un divorcio puede ser aparente y transitoria, porque una ruptura matrimonial deja secuelas y dolor. Quizás sientan alivio de haber dejado una relación o persona conflictiva, pero nadie sale ganando en un divorcio, aunque se lo exprese.
Lo importante después de un divorcio, menciona, es aprender a vivir mi duelo e iniciar un proceso de sanidad, para no cometer el error de buscar «anestésicos» emocionales que aparentemente hacen «olvidar» lo vivido. Si la persona ha pasado el proceso y está sana, entonces sí será capaz de disfrutar su vida y sus relaciones.
Por eso la persona divorciada debe reponerse del divorcio y empezar a construir nuevas memorias, a partir de nuevas experiencias, sin su pareja. Esto involucra cambiar rutinas, entornos e incluso contactos que puedan traerle recuerdos.
¨En cuanto a la libertad, al igual que la felicidad son conceptos amplios y a la vez ambiguos. En muchos casos se olvida que la libertad también implica límites¨.
Se puede ser libre en medio de las limitaciones que se tienen por variadas circunstancias, no solo el matrimonio. Es cuestión de perspectivas y falsos «clichés» de estos tiempos.
En Navidad regálate libertad y sanidad
Después de un divorcio las personas quieren irse solo del lado de la ¨libertad¨, pero tarde o temprano esta pesa. De ahí la importancia de vivir el duelo. Por eso, la psicóloga clínica Mónica Llanos Encalada te sugiere:
- No huyas del dolor, reconócelo y vive tu duelo.
- Busca ayuda para seguir el proceso de sanidad.
- Perdónate y perdona.
- Ten disposición de reconocer aquello que debes cambiar de ti y aquello que debes aprender.
- No te apresures, pero tampoco te niegues a una nueva relación, en lo emocional no aplica «un clavo saca otro clavo».
- Planifica un proyecto de vida en tu nueva condición, en el cual esté Dios y las personas que más valoras.
Navidad en libertad con tu alma sana
Desde el ámbito holístico también es importante que los recién divorciados sanen su alma -cuerpo emocional, mental-. Para ello, la terapeuta holística Elizabeth Jiménez Franco, aporta las siguientes recomendaciones:
Haz terapia para florecer: Consiste en elevar tu vibración energética, ya que tu cuerpo la tiene. Practica actividades que te hagan sentir bien como, por ejemplo, pintar, cantar o bailar. Incluso meditar puede ayudar a que tu cuerpo esté sano, más activo.
Siempre hay que agradecer a la vida, el poder respirar, el pensar y el vivir el momento presente. Alguna gente se separa y sigue cargando a su espalda la toxicidad de la relación que ha dejado. En lugar de mirar hacia adelante sigue mirando hacia atrás.
Tiempo de introspección: Tu primera Navidad, separada definitivamente de tu pareja, debe ser una época de introspección y de agradecimiento, por lo bueno vivido y por la libertad alcanzada por decisión propia.
Además, es el tiempo ideal para elevar la conciencia sobre sí mismo y conectarse con la esencia. Sirve para que empieces a construir tu mejor versión y emprendas esta nueva etapa de tu vida con bríos y la seguridad de días mejores, dándote a ti mismo todo aquello que antes esperabas de tu pareja.
Crea un diario de gratitud: Puedes usar el más humilde cuaderno para registrar en él, al menos tres hechos que te han llegado de manera positiva en el día.
Reconéctate con la naturaleza: Esta es la recomendación más simple y altamente efectiva. Camina 15 minutos descalzo por el césped, la arena o la tierra y respira recordando que tu ser, tu alma es mucho más grande que aquello que te ha sucedido. Date la oportunidad de hacer algo diferente en tu vida para mejorar tu historia, ser feliz y dar felicidad. Realizarte y hacer el bien.
