Existe una variedad de métodos para tratar la disfunción eréctil. Cada uno será de acuerdo con las necesidades del varón y sus expectativas.
Por Sheyla Mosquera
Para un hombre, la peor experiencia durante una relación sexual es no poder lograr o mantener una erección lo suficientemente firme. Una dificultad conocida como disfunción eréctil (DE).
Ante todo, es un problema de salud común que afecta a millones de varones, que puede presentarse desde los 40 años y aumenta en porcentaje conforme más edad tienen. Estudios indican que existen diferentes estados de disfunción eréctil o impotencia sexual: mínima, moderada y severa.
Y es el médico urólogo más el sexólogo quienes podrán determinar el origen de la falta de erección del pene. Se conoce que la afectación puede ser orgánica (80%) o psicológica (20%). En este último caso, ciertos hombres culpan a su pareja de ser la responsable. Se vuelven celosos, de mal humor y tratan de investigar si su problema sexual se mantiene con otra persona.
Pero hoy en día, si bien es cierto hay hombres que sienten mucha vergüenza por fallar en la erección debido al machismo, también hay quienes levantan su ánimo y buscan ayuda profesional. No solo porque aceptan que el problema es de ellos, sino porque la disfunción eréctil dejó de ser un tabú.
La disfunción eréctil se asocia a diversas enfermedades. Por ejemplo, la diabetes (azúcar alta en sangre), hipertensión arterial (presión arterial elevada), aterosclerosis (endurecimiento de las arterias que en etapa avanzada impide la buena circulación sanguínea), obesidad, dislipidemias (niveles altos de triglicéridos y colesterol).
Asimismo, se mencionan los problemas vasculares, tabaquismo, drogadicción, andropausia. Incluso por falta de ejercicio, estrés, ansiedad, medicamentos por alguna enfermedad, temor al rechazo, problemas conyugales, entre otros.
Según el urólogo Román Reyes Mazzini, es necesario brindar una intervención educativa, siendo el primer enfoque a las quejas sexuales del hombre y con ello identificar las expectativas y necesidades. Tanto de él como de la pareja sexual.
Además, valorar el éxito o no de los diferentes tratamientos que se realicen. De tal manera que se escogerá el ideal o se avanzará a otro método de ser preciso. A continuación, el médico menciona algunos contra la disfunción eréctil.
Cambio en el estilo de vida
Hay que realizar ejercicio, seguir una buena alimentación, eliminar hábitos como fumar o usar drogas, afirma el doctor Reyes Mazzini. Cualquier ejercicio puede lograr un aumento en los niveles de testosterona (hormona) incluso en personas de la tercera edad y esto mejorará la erección. Por supuesto que “un entrenamiento más exigente, como levantamiento de pesas, producirá un mayor aumento de testosterona”.
La vitamina D también tiene su acción en las células del testículo y es en este donde se produce la testosterona. Por lo que una alimentación con pescado como salmón o atún, entre otros, favorece un mejor funcionamiento sexual.
Con relación a fumar o el uso de drogas, son factores que predisponen al desarrollo de placas que ocluyen las arterias y producen un efecto de vasoconstricción (se cierran las arterias).
Si las arterias del miembro eréctil están ocluidas o no pasa sangre en cantidad adecuada, no habrá erección.
“Practicar estas acciones, aunque no se creyera, puede mejorar la potencia sexual”, asegura.
Medicación oral
Existen varias drogas Sildenafil, Tadalafil, Vardenafil, Avanafil, que se pueden indicar. Estas producen un aumento en el flujo sanguíneo arterial y, eventualmente, junto a una estimulación sexual, una erección.
Cada una tiene una cantidad de tiempo determinada en realizar su acción, por lo que es necesario seguir la indicación médica para tomarla en el momento adecuado, dando por lo general un éxito en la erección.
Incluso, explica Reyes Mazzini, actualmente se indican dosis más bajas que se pueden tomar diariamente como cualquier otro medicamento, con el objetivo de no tener las molestias que se presentan con dosis normales como dolor de cabeza, enrojecimiento de la cara, mareos.
Medicación inyectable
El urólogo puede, por los antecedentes del paciente, indicar un medicamento inyectable llamado Alprostadil que tiene también el efecto de aumentar el flujo sanguíneo, siempre y cuando no exista daño en las arterias del miembro por alguna enfermedad.
Este, dice el doctor Reyes Mazzini, debe ser prescrito y vigilado por el urólogo, quien entrena al paciente en qué cantidad y cómo debe aplicarlo. Con ello se evita complicaciones como hematomas. “Usarlo de forma adecuada es muy exitoso”, agrega.
Dispositivos de bombas de vacío
Este tipo de tratamiento es uno de los más antiguos que existen y aún se mantiene un buen éxito en su utilización, pero, asimismo, debe conocerse bien cómo emplearlo para no tener complicaciones, dice Reyes Mazzini.
Este es un dispositivo que en su interior se coloca el miembro eréctil, se empieza a aumentar la presión y ello conlleva a que la sangre se queda en el interior del miembro logrando la erección. En ese momento se lo retira y se puede mantener una relación sexual inmediata. Hay algunas marcas existentes, pero básicamente todas producen el mismo efecto.
Plasma rico en plaquetas
Actualmente, han empezado a aparecer terapias alternativas, como la aplicación de plasma rico en plaquetas a nivel del miembro (así como en terapias para otras partes del cuerpo) y que en los primeros estudios realizados están ofreciendo buenos resultados. Se las obtiene de sangre del mismo paciente, que una vez procesadas pueden inyectarse en el cuerpo del pene para provocar un efecto de formación de nuevos vasos sanguíneos que permitirán llevar sangre al miembro y lograr una erección.
Implante de prótesis de pene
Este tratamiento es el último recurso cuando todo ha fallado. Conlleva una cirugía en la cual se colocan dos cilindros que van por dentro del miembro y lo mantienen en erección a conveniencia del paciente; quien debe esperar la orden médica dentro de unas semanas para poder tener su primera experiencia con esta prótesis, asegura el doctor Reyes Mazzini, quien además es especialista en endourología, una técnica quirúrgica mínimamente invasiva.
Terapia de ondas de choque
Esta terapia se realiza en varias sesiones con el uso de un dispositivo que emite ondas de choque sobre el pene y no le causan dolor. El objetivo es producir la formación de nuevos vasos sanguíneos que permitirían llevar la sangre necesaria para lograr la erección.
El doctor Román Reyes explica que con esta terapia es necesario que al paciente le realicen previamente exámenes que puedan determinar incluso el área donde pueda ser más efectiva y necesaria esta litotricia.
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