Los ronquidos pueden estar asociados al sobrepeso, alergias, enfermedades cardiovasculares o ser un signo de apnea del sueño. También afectan a quienes los escuchan.
Por Sheyla Mosquera
Roncar es molestoso. A veces despierto al escuchar mi propio sonido vibratorio y con mis latidos cardiacos acelerados.
Un día, mi hija perdió dos horas intentando dormir conmigo. Dice que duermo con la boca abierta y, por segundos, me quedo sin aire.
Ella describe mis ronquidos como una locomotora que quiere apagarse y logra encenderse.
“Es un sonido irritante. Tan fuerte que se escucha hasta la otra habitación e interrumpe mi sueño. Luego es complicado dormir”, asegura.
El doctor Iván Chérrez Ojeda, neumólogo y alergólogo, explica que el ronquido se produce porque existe una obstrucción en el paso del aire en las vías aéreas superiores, desde la nariz a la faringe.
Las causas pueden ser algunas, por ejemplo, obstrucción nasal por desviación del tabique, rinitis alérgica, crecimiento de las adenoides (formación de tejido linfoideo) o de las amígdalas e incluso obesidad, entre otras.
Roncar, agrega, es más frecuente en la niñez o en la edad adulta. El varón ronca más, pero luego de los 60 años la prevalencia puede ser igual en ambos sexos debido a los cambios hormonales.
El ronquido puede estar asociado a la apnea obstructiva del sueño. Es una enfermedad que produce caídas del oxígeno mientras se duerme, lo cual podría causar mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares como: infarto agudo de miocardio, arritmias cardiacas, insuficiencia cardiaca, entre otras.
Si la apnea de sueño se prolonga por mucho tiempo va causando desajustes en el aparato cardiocirculatorio y en la presión arterial. Sucede porque el corazón bombea más para que la sangre circule con rapidez. Incluso la apnea puede conducir a la aparición de un accidente cerebrovascular como es el infarto cerebral.
En los pacientes que tienen neumonía por coronavirus, menciona Chérrez, el tener asociado la apnea obstructiva del sueño hace que aumente las dificultades y complicaciones para manejar la enfermedad.
El virus SARCOV-2 tiene capacidad para infectar a las células pulmonares produciendo una neumonía la cual puede ser leve, moderada o severa.
En ciertos pacientes especialmente los que tienen factores de riesgo como hipertensión arterial, diabetes, edad, puede complicarse la enfermedad con disminución de la oxigenación siendo necesario admininstrar oxígeno y en pacientes críticos llegar a la Asistencia Respiratoria Mecánica.
“Si los pacientes tienen apnea del sueño esto complica el manejo de la enfermedad, ya que contribuye al aumento de la insuficiencia respiratoria.”
Diagnóstico del roncador
En ocasiones, los pacientes con apnea del sueño se despiertan bruscamente por la sensación de falta de aire. Del mismo modo, dice Iván Chérrez, las personas que duermen con roncadores, al ver que dejan de respirar, los mueven para despertarlos porque les impresiona que se estén quedando sin aire.
Lo mejor, es hacer el diagnóstico de roncador esencial o roncador que tiene la enfermedad apnea obstructiva del sueño. Para eso, es necesario hacer un estudio llamado poligrafía respiratoria o polisomnografía.
El roncador esencial es la persona que solo ronca y al cual luego de hacerle los estudios de sueño, no se encuentra la enfermedad que es la apnea del sueño.
El standar de oro para el diagnóstico de la apnea del sueño es la polisomnografía, pero esta implica estar internado en un hospital. Se puede usar entonces la poligrafía cardiorespiratoria la cual es ambulatoria y tiene una sensibilidad del 94% comparada con la polisomnografía.
Este examen registra las ondas cerebrales, los niveles de oxígeno en la sangre, la frecuencia cardíaca y la respiración, así como los movimientos de los ojos y las piernas. El resultado servirá para realizar el plan de tratamiento.
En conclusión, dice el médico, si se disminuye los factores de riesgo como la obesidad, se controla la rinitis alérgica o se corrige la desviación del tabique, se puede prevenir que las personas ronquen y lleguen a tener apnea del sueño.
