El ataque de pánico es una enfermedad que se caracteriza por intenso temor ante situaciones de desastres o perder el control. El psiquiatra José Bejarano explica con más detalles.
Por Redacción
Una de las enfermedades, en lo que respecta a salud mental, más frecuentes sin duda, es el ataque de pánico, que se hace cada vez más usual y que en muchas ocasiones se ve acompañado de otras patologías como depresión, bipolaridad, entre otras.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los ataques de pánico son una afección comprendida dentro de los trastornos de ansiedad. Tres de cada 10 personas en el mundo sufren de esta enfermedad y lo que también revela la OMS es que las cifras aumentan cada vez más.
El médico psiquiatra ecuatoriano José Bejarano, especializado en la Universidad de Yale y residente en Estados Unidos, sostiene que el ataque de pánico es un ataque repentino y repetido de miedo que dura pocos o varios minutos.
Se caracteriza por un intenso temor a los desastres o a perder el control. Sobre todo, cuando no existe un peligro real.
Incluso, durante el ataque de pánico, el enfermo puede experimentar una fuerte reacción física. Parecida a un ataque cardíaco.
“Es más, el miedo puede suceder en cualquier instante. Tanto así, que el afectado siempre teme sufrir otro episodio aterrador como si fuera a morir”, comentó.
Los síntomas que producen esta enfermedad son diversos: Sensación de peligro o fatalidad, miedo a perder el control o a la muerte. También taquicardia, palpitaciones, temblores, sudoración, náuseas, mareos, sensación de desmayos, hormigueo, entre otros.
Es importante recalcar que pueden aparecer de manera repentina y sin advertencia. Por ejemplo, cuando una persona está manejando un auto o paseando, en un centro comercial. Incluso, mientras está tomando una siesta o en una reunión de trabajo.
Es muy relevante diferenciar un ataque de pánico con uno de angustia o de ansiedad. Al respecto, el Dr. Bejarano afirmó que pudiera ser difícil el diferenciarlo.
Entre las causas inminentes, reafirmó que tiene mucho que ver lo genético, el estrés o padecimientos físicos, tales como trastornos endocrinos y se da más en mujeres que en hombres.
¿Cuál es el tratamiento del ataque de pánico?
El tratamiento adecuado requiere sin duda hablar con un especialista, “es importante reconocer los síntomas y realizar una historia clínica para asegurarse de que estos no sean causados por algún problema físico”.
La persona con ataque de pánico, dice Bejarano, debe acudir a un médico psiquiatra y a un psicólogo. Esta va a recibir tratamiento con psicoterapia, medicamentos o una combinación de los dos.
En cuanto al tipo de terapia. La cognitiva conductual es la más aconsejada. Enseña distintas maneras de pensar, comportarse y reaccionar ante diferentes situaciones para reducir el nivel de ansiedad.
Según el Instituto Nacional de Salud Mental de los Estados Unidos (NIH), “los ataques de pánico pueden comenzar a desaparecer una vez que se aprende a reaccionar de manera diferente a las sensaciones físicas de ansiedad y miedo que se producen durante los mismos”.
La ayuda médica, agrega Bejarano, es relevante en la recuperación del paciente. Pero, además, es vital una red de contención, para que la persona con ataque de pánico se vea fortalecida.
“La curación existe, pero se da progresivamente. Se necesita de mucha paciencia y armarse de un buen equipo de especialistas y el entorno. Cuidar la alimentación, actividad física, relajación, y una vida que conlleve a momentos de tranquilidad”.