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La nutricionista María Gabriela Félix Alarcón mientras atiende a una paciente. Foto: Andrés Martínez.

La prediabetes advierte años antes a una persona que podría convertirse en diabética. Una endocrinóloga y una nutricionista explican cómo revertir los niveles de azúcar en la sangre más elevados que lo normal.

Por Sheyla Mosquera

¿Eres de los que te encanta comer dulces, caramelos, tortas con manjar, helados azucarados, empanadas grasosas y por las noches invades la refrigeradora en busca de ese algo que no sabes que?

Incluso conoces que tus padres y hermanos padecen diabetes. Pero, aun así, no paras de comer porque crees que no la sufrirás.

Bueno, déjame decirte. Es probable que ya estés en camino a convertirte en un miembro más de la familia diabética.

Sin embargo, tienes la ventaja de que puedes revertir la prediabetes a tiempo si te pones a trabajar en ello, haciendo cambios en los hábitos alimenticios y ejercicios, afirma la endocrinóloga Sheyla Rivadeneira Murillo.

Antes que nada, es necesario que conozcas de qué se trata la afección y, sobre todo, cómo debe ser tu estilo de vida de ahora en adelante.

La prediabetes, dice la doctora, se refiere a aquel estado en el que el páncreas se encuentra sufriendo inflamación, debido al exceso de carbohidratos en la dieta, desde hace muchos años antes de que se presente la diabetes como tal.

Dra. Sheyla Rivadeneira trata pacientes con prediabetes.
Dra. Sheyla Rivadeneira

No manifiesta síntomas. Solo hay que reconocer quiénes son las personas que están en riesgo. Por ejemplo, las que presentan: Exceso de peso (sobrepeso u obesidad), aumento del perímetro de cintura (más de 88 cm en mujeres y más de 102 cm en hombres), menos de 3 días a la semana de actividad física y el no consumir a diario frutas y vegetales.

Incluso están expuestos los que poseen antecedentes de diabetes en padres o hermanos. O que tienen otros componentes del síndrome metabólico, como hígado graso, hipertensión o dislipidemia.

“Los riesgos a largo plazo de tener prediabetes son el establecimiento de enfermedades como diabetes y las cardiometabólicas y renales”, añade. 

¿Cuándo empieza la prediabetes?

La prediabetes empieza desde que el ser humano escoge llevar una vida sedentaria. Que se suma a la selección de una alimentación donde predominan los carbohidratos y grasas saturadas. Se da poca cabida a los vegetales, grasas buenas o poliinsaturadas, asegura la endocrinóloga.

Todo ello conlleva a que en el páncreas, tejido adiposo, hígado, entre otros órganos, segreguen sustancias inflamatorias que dan origen a la disfunción en la producción y acción de la insulina sobre la glucosa.

Hace algunos años la incidencia de prediabetes aumentaba conforme iba incrementando la edad de la persona, según la endocrinóloga. Pero en la actualidad va de la mano con la globalización de los alimentos con acceso a los que son ricos en calorías y pobres en micronutrientes.

Otro problema que también conduce a la afección, desde edades muy tempranas, en la infancia y adolescencia, es la era de los videojuegos en casa y el poco juego al aire libre. Es relevante que estén activos y no sedentarios.

Según la Lcda. María Gabriela Félix Alarcón, especialista en nutrición, dietética y estética, la industria alimentaria propicia la prediabetes a través de un sinnúmero de productos llenos de harinas refinadas, grasas trans, aditivos alimentarios y edulcorantes.

“Nos engaña con falsa publicidad y nos hace creer que algún producto “no contiene azúcar”. Mientras que la realidad es otra. Al leer los ingredientes, vemos que el azúcar tiene varios nombres, y lo único que hacen es modificarlos en el texto”.

De ahí que ella recomienda a sus pacientes leer la parte de los ingredientes de un producto cuando lo compran en el supermercado. Mientras menos componentes tengan es saludable. Y en relación con el azúcar, hay que fijarse en la tabla nutricional, que diga menor de 5 %.

“Prefiero que mis pacientes consuman calidad de alimentos. Que en su gran mayoría sean naturales y que eviten los procesados”, destaca la nutricionista.

¿Tengo o no diabetes?

Un examen en sangre dirá si un paciente sufre de prediabetes.
Foto: jcomp en Freepik

Para la doctora Rivadeneira, tener prediabetes no significa que ya se padece de diabetes. Pero es probable que esté presente, si la persona, además del azúcar alta por encima de lo normal, presenta los factores de riesgo antes mencionados.

Por lo que se recomienda realizar la prueba de tolerancia oral a la glucosa (azúcar) para descartarla. “Consiste en medirla en ayunas y luego 2 horas después de ingerir 75 gramos de glucosa”.

En Ecuador, anota la experta, las estadísticas están subregistradas. Pero hay ciertas investigaciones privadas que mencionan que el 16 % de la población tiene prediabetes.

“Los que atendemos a diario este tipo de enfermedades crónicas no transmisibles sabemos que hay mucho más. Incluso, a nivel mundial, la prevalencia se encuentra entre 15 y 25 %”, advierte.

En los Estados Unidos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), “aproximadamente 96 millones de adultos, más de 1 de cada 3, tienen prediabetes. Y de las personas con esta afección, más del 80 % no saben que la tienen”.

Los valores que indican prediabetes mediante un examen de sangre son los siguientes: glucosa de 101 mg/dl a 125 mg/dl; hemoglobina glicosilada entre 5,5 a 6,4 % o glucosa poscarga de 75 g entre 140 a 199 mg/dl.

Sin el compromiso y voluntad de cada individuo, ni las pastillas o las cirugías revertirán el daño de la célula pancreática. Por tanto, no evitarán la progresión hacia la diabetes”, sostiene Rivadeneira.

¿Cómo revertir la prediabetes?

La prediabetes se puede eliminar comiendo solo alimentos saludables.
Foto: maja7777 en Pixabay

La prediabetes sí se puede revertir, destaca María Gabriela Félix. “Siempre y cuando el paciente tome conciencia de llevar una vida saludable y cambie sus hábitos alimentarios y de estilo de vida”.

El tiempo estimado dependerá de cada paciente, refiere. Puede ser de seis meses a un año o más. Cada persona es un mundo diferente y la alimentación y la actividad física desempeñan un papel fundamental para eliminar la prediabetes.

Por su parte, Sheyla Rivadeneira sugiere realizar actividad física de moderada intensidad y progresiva. Limitar el consumo de carbohidratos, aumentar el consumo de vegetales y frutas, y anular azúcares simples y grasas saturadas, así como comidas procesadas.

“Todo esto conlleva a la pérdida del exceso de peso y, por ende, a un mejor funcionamiento del tejido adiposo, páncreas, músculo y microbiota intestinal”, dice.

María Gabriela también propone seguir una alimentación balanceada en micro y macronutrientes. Proteína: pollo, pescado, pavo, cortes magros de carne de res y cerdo, cordero, huevos, yogur griego, entre otros.

También grasas saludables: aceite de oliva extravirgen, nueces, semillas de chía, semillas de sésamo, linaza, mantequilla de maní, aguacate, entre otras. Incluso carbohidratos de tipo complejo: avena, arroz integral, fideo de arroz, yuca, verde, papa chaucha, etcétera.

Y entre los vegetales menciona pepinos, pimientos, lechuga, kale, espinaca, zanahoria, apio, brócoli, entre otros. Y en cuanto a las frutas, sugiere manzana, pera, kiwi, frutilla, papaya, granadilla, melón, entre otros.

“Lo que debemos tomar en cuenta al momento de elegir los alimentos es que tengan un bajo índice glicémico (sirve para medir la cantidad de carbohidratos que contiene un alimento)”, resalta.

La nutricionista aconseja que las frutas sean ingeridas con cáscara. Además, se las puede combinar con linaza, chía o avena cruda, para así obtener una mayor cantidad de fibra.

Cada paciente, agrega, debe de ser evaluado de forma individual, según sus hábitos, actividad física y valores bioquímicos, para poder realizar una buena estrategia en el plan de alimentación.

“No olvidemos de realizar actividad física para complementar una correcta alimentación y así lograr mejorar el estilo de vida del paciente y prevenir una futura diabetes”.

Por último, si la persona va a comer en algún restaurante, debe elegir un plato equilibrado. Por ejemplo: pollo asado o pescado salteado con vegetales, ensalada sin aderezo y una porción pequeña de carbohidrato como media papa al horno.

Es muy importante tomar agua para evitar las bebidas gaseosas o los jugos de frutas y los dulces, concluyó.

Foto de portada: Andrés Martínez en Liet Fotografía

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