Ninguna terapia con aceites esenciales cura una enfermedad. Pero sí contribuyen a mantener el equilibrio de la mente, el cuerpo y el espíritu. Foto: Freepik.es
Por Sheyla Mosquera
Glenda Flynn, de 55 años, es de esas mujeres que usa aceites esenciales a diario. Le encanta olerlos, untarlos en la frente, en sus sienes y en sus manos. Incluso los ingiere en gotas.
Desde que son parte de su vida, hace 12 años, afirma dormir bien, manejar su estrés y se siente en balance. También los consumen su esposo y sus seis hijos.
“Antes no sabía sobre los beneficios, hasta que una amiga me los recomendó. Me dijo que tenían propiedades terapéuticas. Ahora, soy una experta porque me he capacitado”.
Al igual que cualquier práctica de medicina alternativa, dice, es recomendable que antes de emplear los aceites esenciales consultes con tu médico de cabecera. Sobre todo, si lidias con situaciones delicadas en tu cuerpo.
Cada organismo responde diferente. Por eso es importante que tomes nota de la respuesta de los aceites en ti. Sobre todo, si nunca los has utilizado. Hay que empezar despacio.
Flynn no está en contra de la medicina convencional. De hecho, creció rodeada de médicos y cree que la mejor manera de manejar su salud es combinando ambos mundos: lo alternativo y lo tradicional.
Los aceites se usan desde la antigüedad
Según el doctor César Rey, director sénior de Educación para Mercados Latinos de la empresa doTerra, en Estados Unidos, los aceites esenciales se usan desde hace 3000 años. Los egipcios los empleaban para embalsamar y conservar los cuerpos de sus muertos ilustres.
En la actualidad, en cambio, se los usa en varias terapias alternativas. Aromaterapia, oleoterapia, medicina tradicional china, ayurveda, alopatía o naturopatía.
“Ninguna clase terapéutica con aceites esenciales cura una enfermedad. Solo producen el balance para que el cuerpo pueda mejorar procesos que afectan la estabilidad vital”, asegura el médico.
Rey explica que existen más de 40 años de información científica que avala, valida y confirma la eficacia que tiene el uso de los aceites esenciales en diferentes problemas de salud de los seres humanos y animales.
El Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos informa en su sitio web sobre el uso de la aromaterapia con aceites esenciales, en pacientes con cáncer. El objetivo de estos es apoyar el bienestar general: ayuda en el equilibrio de la mente, el cuerpo y el espíritu.
Dice también que “mejora la calidad de vida, reduce la tensión, la ansiedad, el dolor, las náuseas y los vómitos que causa el cáncer y su tratamiento”.
Incluso, menciona, que la aplicación tópica de los aceites esenciales tal vez tenga efectos antibacterianos, antiinflamatorios y analgésicos.
La aromaterapia, dice Flynn, es terapia de aroma. Y para que dé los resultados que esperas tienes que usar un aceite esencial de grado puro terapéutico (no son sintéticos).
“Dar charlas educativas es una responsabilidad
Según Ciro Paca, experto en aceites esenciales y socio comercial independiente de Young Living en Ecuador, dar charlas educativas a sus clientes es una responsabilidad.
“Si bien los aceites esenciales tienen beneficios, también contraindicaciones. Algo que las personas desconocen».
Él sugiere empezar con la aromaterapia para descubrir cómo el cuerpo reacciona con los aromas. Después se puede pasar a la tópica y luego de un tiempo al consumo por gotas.
“La aplicación de los aceites esenciales dependerá si va dirigida a mejorar la parte emocional o física. También se analiza el momento apropiado para utilizarlos y en qué sitio del cuerpo colocarlos”.
El aprender acerca del uso correcto de los aceites sirve para que las personas estén seguras y obtengan el beneficio deseado.
Hay quienes, por ejemplo, emplean el aceite de menta contra el dolor de cabeza o músculos. Pero si padecen de hipertensión arterial no lo pueden utilizar, sino el de lavanda.
“Todas las plantas tienen compuestos químicos diferentes, cuyos efectos varían”.
Algo similar sucede con el aceite de romero. Lo usan las personas que tienen presión baja porque ayuda a elevarla. Pero no es recomendable en quienes sufren de presión alta.
La contraindicación más importante del romero se enfoca en la epilepsia, según Paca. “Si alguien la padece o hay sospecha de tenerla, este aceite estimulará a las neuronas para que se manifieste un cuadro epiléptico (convulsiones). Y muchas personas no lo saben”.
Para Flynn, hay que tener claro aspectos como la dilución, aceites considerados “calientes”, alergias, partes sensibles del cuerpo, fotosensibilidad, edad y peso, entre otras. Estos pueden traer inconvenientes si se desconoce lo que se está haciendo».
¡Cuidado! Debes estar apto para usar los aceites esenciales
También existen aceites esenciales que no deben usar las mujeres embarazadas si tienen alguna restricción médica o están dando de lactar.
No obstante, indica Paca, si las gestantes están aptas para usarlos, el de lavanda es más amigable. Incluso hay otros apropiados, pero depende de la necesidad de ellas. Hay que tener precaución.
Muchas veces, agrega, los problemas de salud están disfrazados. El insomnio, por ejemplo, lo causa una condición emocional o una enfermedad digestiva, entre otros.
Entonces, conocer sobre las preexistencias médicas es vital para sugerir el aceite esencial que puede ayudarte a conciliar el sueño.
Incluso ayuda el uso de un sensor. “Este determina qué tipo de aceite esencial la persona necesita en su parte física y emocional. Además, con la entrevista previa se realiza el escaneo y se confirma lo que le fue informado”, refiere Paca.
El sensor, dice, mide los cambios en la conductividad eléctrica de la piel ante los estímulos. De manera inmediata elabora el reporte. Pues identifica los cambios y clasifica los productos según la respuesta.
¿Qué son los aceites esenciales?
Los aceites esenciales, explica Ciro Paca, son extractos botánicos aromáticos (es la sangre que corre en la planta) y concentrados (que tiene compuestos químicos naturales, nada artificial), que se obtienen a través de las técnicas de destilación.
Los aceites se encuentran en diferentes partes de la planta. Pueden estar en las flores, la cáscara del fruto, las hojas, el tallo, las raíces, la corteza y en las semillas.
“Dependiendo de la planta el proceso de destilación es diferente. O se destila al vapor o prensado al frío o por extracción de resina”.
Son puros, dice, porque todo el proceso de elaboración es orgánico. Desde la semilla que se usa, el abono, el control de plagas, el momento de la cosecha o el corte de la parte de la planta que se va a destilar.
Glenda Flynn agrega que no todos los aceites esenciales son iguales. La calidad y el grado terapéutico dependen de las prácticas que se utilizan cuando se cultiva la planta, se extrae el material crudo o durante el proceso de destilación y embotellamiento.
Usos en la alimentación y en el cuidado del hogar
Paca explica que los aceites esenciales de la línea de ingesta se usan en pequeñas cantidades en la alimentación.
Agrega que jamás se los debe utilizar durante la cocción de los alimentos porque pierden sus propiedades terapéuticas.
Lo recomendable, indica, es usarlos cuando los alimentos están listos para servirse o en la preparación de aderezos en ensaladas o en carnes.
“La proporción a emplear es mojar un palillo de dientes. Esto es suficiente para adobar o saborizar alguna bebida. En Ecuador, la línea de ingesta está diferenciada por el etiquetado y está avalada por el registro en la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (ARCSA)”.
También existe una línea de cuidado del hogar basada en aceites esenciales que purifican y limpian. Por ejemplo: jabón de manos, limpiador de superficies. Incluso hay pastas dentales libres de flúor que pueden usarlas desde los pequeños en casa.
Asimismo, existen muchos productos con base en los aceites esenciales, desde crema corporal, desodorante, desmaquillante, bálsamo labial y tratamiento para el cabello.
Por último, señala Paca, la gente puede visitar la finca de Young Living para observar todo el proceso de siembra (semilla, abono, cosecha y destilación). Hay que reservar una cita con un guía.
Está localizada en Chongón y hay varias plantaciones de palo santo, ylang ylang, eucalipto variedad azul, entre otras.
Los 20 aceites que debes conocer
Todos los aceites esenciales con una certificación de grado puro terapéutico CPTG (por sus siglas en inglés) ayudan a mejorar tu salud.
Sin embargo, su uso requiere de la guía de los expertos, ya que algunos tienen contraindicaciones.
Recuerda que nunca reemplazan la atención médica. Glenda Flynn y Ciro Paca listan los beneficios de algunos:
- Arbol de té: Es muy bueno para irritaciones menores en la piel, uñas, salud del cuero cabelludo, dolor de garganta e infecciones por hongos.
- Albahaca: Alivia los cólicos menstruales, el hipo y apoya al sistema digestivo.
- Cedro: Es útil para aplacar el estrés diario y alivianar las tensiones. Apoya a la piel grasa para mejorar la apariencia de la piel. También atenúa los temores y la agresividad.
- Ciprés: Ayuda a combatir la tristeza, la indecisión, la depresión y el miedo. Reanima los músculos adoloridos y ayuda a la circulación.
- Copaiba: Apoya a la piel y ayuda a aliviar las tensiones musculares.
- Incienso: Colabora en la oxigenación de las células. Es excelente para combatir la inflamación y los malestares de cabeza. Muy bueno para la salud de la piel y el cansancio mental.
- Eucalipto: Apoya a la salud respiratoria.
- Lavanda: Es relajante, combate el estrés, las alergias de estación, mejora la calidad de sueño, las erupciones en la piel y calma las quemaduras.
- Menta: Combate el mal aliento, es energizante y calmante para los nervios irritados. Produce sensación refrescante y relaja los músculos sometidos a actividad física.
- Limón: Tiene propiedades limpiadoras excelentes. Levanta el ánimo. Lo puedes utilizar con una cucharadita de miel para dolores de garganta. Puede ayudarte a regularizar tu intestino. Beneficia a la piel y al cabello.
- Mezcla digestiva: Apoya el sistema digestivo (estreñimiento, gases, acidez, diarrea, gastritis, entre otras).
- Mezcla respiratoria: Apoya al sistema respiratorio, congestión, gripe, etcétera.
- Mezcla protectora: Apoya al sistema inmunológico de tu cuerpo, al sistema urinario y a la salud bucal.
- Mezcla calmante: Sirve para las articulaciones y los músculos adoloridos.
- Naranja: Favorece el sueño, relaja y apoya al sistema digestivo.
- Orégano: Es un poderoso antibacterial.
- Purificación: Brinda sensación de suavidad a la piel, repele a los insectos y calma las picaduras.
- Tomillo: Ayuda a tener un sistema inmunológico saludable. Refuerza la inmunidad.
- Vainilla: Produce calma y equilibrio. Humecta la piel y acondiciona el cabello.
- Ylang ylang: Contribuye al organismo a tranquilizarse, controla la ansiedad y a conciliar el sueño. Revitaliza el cabello.
